viernes, 16 de mayo de 2014

BEBES Y NIÑOS CON CELIAQUÍA


-Realizado por: ELIANA MARTÍN PADILLA Y REBECA MARTÍN HERNÁNDEZ

     BEBES Y NIÑOS CON CELIAQUÍA
 
La celiaquía es una de las enfermedades intestinales crónicas más comunes. Es la enfermedad que ocurre con más frecuencia en Europa. Según la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), uno de cada 200 o 300 nacidos vivos en España puede padecer la enfermedad celiaca. Actualmente, hay diagnosticados 20.000 casos en todo el país.



La enfermedad afecta notablemente a personas de raza blanca. Es más frecuente que le pase a un niño que a un adulto, y también suele pasar más en las mujeres que en los hombres, y es hereditaria. Si un hermano gemelo tiene la enfermedad, el otro también la padecerá, y es muy probable que cuando se detecte un celiaco en una familia, sus parientes más cercanos también sufran la misma enfermedad. Es recomendable que los miembros de la familia de una persona celíaca sean examinados.

                               


          -¿Qué es la intolerancia al gluten?

La enfermedad celiaca es una dolencia digestiva, que daña el intestino delgado, debido a la sensibilidad, es decir, a la intolerancia permanente al gluten, una proteína que se encuentra presente en la harina de cinco cereales: trigo, centeno, cebada, malta y avena.
La enfermedad celiaca es una alteración autoinmune del intestino delgado desencadenada por algunos péptidos no digeribles del gluten, que ocurre en personas genéticamente predispuestas.

El gluten es una masa viscoelástica, insoluble en agua, que forma parte de las proteínas de reserva de los cereales. La ingestión de alimentos con gluten produce una lesión progresiva en las vellosidades del intestino encargadas de absorber los nutrientes (proteínas, hidratos de carbono, grasas, sales minerales y vitaminas) de los alimentos y pasarlos a la sangre para que se distribuyan por el organismo.

Con estas vellosidades dañadas, existe una consecuente mala absorción de los nutrientes, por tanto, el enfermo celiaco puede sufrir de malnutrición y padecer otras enfermedades, por lo que se debe controlar su dieta.

                                            
                                  


-Prevención y grupos de riesgo de la enfermedad celiaca.

Actualmente, no es posible prevenir esta enfermedad. Se debe a su origen multifactorial y al desconocimiento de los factores ambientales y genéticos que, junto al gluten de la dieta y al perfil de susceptibilidad genética, inducen la respuesta anómala del sistema inmune intestinal.


En cambio, que están bien establecidos los grupos de riesgo para la enfermedad celiaca como son los familiares de primer grado, los pacientes con diabetes tipo 1 o los afectados con síndrome de Down.

-¿A partir de qué edad se manifiesta esta intolerancia? ¿Qué ocurre si no se trata o se detecta a tiempo?  

La intolerancia al gluten o enfermedad celíaca se puede manifestar a cualquier edad en personas genéticamente predispuestas, que consumen gluten con normalidad (el gluten se introduce entre los 6 y 9 meses de vida de forma gradual y progresiva). Se desconocen los desencadenantes de esta manifestación tardía de la enfermedad, pero están bajo sospecha factores supuestamente relacionados con infecciones, traumatismos, estrés o embarazo, entre otros. Desconocemos los riesgos que corre un paciente celíaco, que por la levedad de sus síntomas, no ha sido diagnosticado y, por tanto, no se ha tratado. El curso natural (sin tratamiento) de la enfermedad que no manifiesta síntomas no se ha podido estudiar aún de una manera rigurosa. Lógicamente, si hay un empeoramiento clínico, el médico de cabecera o el pediatra dará con el diagnóstico.

   -¿Cómo se diagnostica y se trata la enfermedad celiaca?

La enfermedad celíaca se considera una alteración crónica, o lo que es lo mismo, de carácter permanente. El diagnóstico se obtiene por estudio de la biopsia intestinal. Esta biopsia se propone cuando hay una clínica sospechosa de enfermedad celíaca (con o sin anticuerpos) o cuando el paciente presenta anticuerpos específicos en un análisis de sangre. El tratamiento consiste en una estricta y permanente dieta exenta de gluten. Esta dieta hace que la pared intestinal se regenere y el paciente celíaco se convierta en una persona con un intestino normal que come diferente.


          -Tratamiento y control de los niños celiacos.


Una dieta sin gluten es la única forma de controlar la enfermedad celiaca.


La enfermedad celiaca se caracteriza por una intolerancia al gluten y el único tratamiento a seguir para que los niños afectados puedan vivir una vida larga y normal es seguir una dieta libre de gluten. Cualquier comida con gluten causará daño a su intestino delgado cambiando la arquitectura de sus paredes e impidiendo la absorción de nutrientes.

En cambio, cuando se elimina el gluten de la dieta, el intestino delgado empieza a curarse y la salud general del paciente mejora considerablemente, dependiendo claro, de la intensidad del daño intestinal que se haya producido anteriormente. Al principio, los síntomas más básicos pueden tardar en remitir.

                 -La dieta sin gluten, el único tratamiento.


La dieta sin gluten es el único tratamiento eficaz de la enfermedad celíaca. La exclusión del gluten permite la recuperación de la arquitectura normal de la pared intestinal y de su función. La dieta sin gluten está libre de efectos secundarios y no requiere suplementación alguna. La dieta sin gluten revierte, de forma gradual, la lesión histológica intestinal y, poco a poco, van desapareciendo progresivamente los anticuerpos específicos y la sintomatología clínica.


Un celíaco correctamente diagnosticado y fiel a la dieta sin gluten, es una persona con un intestino normal, que no necesita suplemento nutricional ni medicación. En ausencia de complicaciones y enfermedades asociadas, no tiene porqué realizar más controles médicos que los habituales en la población general. La realización de un control analítico anual, con inclusión de un hemograma, con una bioquímica general, transaminasas, ferritina y marcadores de celiaquía, no está pautada en ningún protocolo, pero se considera un control justificado desde el punto de vista preventivo.



La dieta es la única forma de tratar la enfermedad celíaca. Para adaptarse a ella, son necesarios algunos cambios en el estilo de vida como estar pendiente de todo lo que se va a ingerir de un modo general. Es recomendable leer las etiquetas de las comidas para identificar ingredientes que contienen gluten y optar por los productos sin gluten que existen en el mercado.

        -Riesgos de la ingesta de gluten para el niño celíaco.


La presencia de gluten en la dieta, aunque sea en pequeñas cantidades, aumenta el riesgo de padecer graves efectos secundarios a largo plazo, como por ejemplo, anemia por deficiencia de hierro, osteoporosis, talla baja, insuficiencia del páncreas y deficiencia de vitaminas y minerales, entre otras.


          -Pruebas para detectar la celiaquía en los niños.


La serología en niños celíacos consiste en realizar al niño un sencillo análisis de sangre. A través de este examen, se puede medir el nivel de anticuerpos que reaccionan frente al gluten. Las personas que tienen la enfermedad celíaca poseen niveles más altos de lo normal de ciertos anticuerpos en la sangre. Esos anticuerpos son producidos por el sistema inmunológico en respuesta a sustancias como el gluten, que el organismo recibe y detecta como amenazantes. Para hacer esta analítica, el niño debe estar consumiendo gluten.

Diversos estudios de laboratorio han demostrado la existencia de anticuerpos presentes en sangre de pacientes celíacos. Cuando estos anticuerpos están presentes en la sangre del niño, la serología confirma la existencia de enfermedad celiaca. Son los siguientes:


1. Los anticuerpos antigliadina, con moderada sensibilidad y especificidad.
2. Los anticuerpos antiendomisio, pobre sensibilidad en menores de 2 años e individuos con déficit selectivo de IgA. Su isotipo IgA goza de una especificidad cercana al 100%.
3. La transglutaminasa tisular es el autoantígeno reconocido por anticuerpos antiendomisio.

                              -Síntomas de un niño celíaco.

Los síntomas de la enfermedad celiaca son distintos en cada niño.


Resulta difícil establecer un cuadro sintomático de la enfermedad celiaca, ya que la dolencia afecta a las personas de distintas formas. Algunos pueden desarrollar la intolerancia al gluten en la infancia y otros no manifiestan la enfermedad hasta la edad adulta. Sus manifestaciones clínicas y funcionales son muy variables y, por eso, una persona aparentemente sana puede padecer de esta enfermedad sin saberlo.


Algunos de los síntomas más frecuentes en el niño son: diarreas crónicas o estreñimiento, gases y cólicos intestinales, heces malolientes y pálidas, vómitos, pérdida de peso y/o talla, retraso en el crecimiento, alteraciones del carácter, anemia, fatiga, debilidad y falta de energía, repetidos dolores abdominales, hinchazón abdominal, calambres musculares, dolores en los huesos y articulaciones, sensación de hormigueo y adormecimiento de las piernas, erupción dolorosa en la piel, osteoporosis, infertilidad, defectos en el esmalte dental,…

                  -Molestias de la enfermedad celíaca.


Los síntomas también se diferencian cuanto a las molestias. Al inicio de la enfermedad, algunas personas pueden tener constantes diarreas y dolores abdominales, mientras que otras sólo presentan irritabilidad, ansiedad, falta de energía o depresión. En ciertos casos, sólo se detecta la enfermedad cuando se manifiestan los síntomas después de una intensa tensión emocional, tras una cirugía o después de una lesión física o una infección.


         -Alimentos con gluten prohibidos para celiacos.


1. Pan, trigo, avena, cebada, centeno, triticale y/o productos derivados como el almidón, harina, panes, pastas alimenticias, bollos, pasteles, tartas, galletas, bizcochos, pastas, sémola de trigo.
2. Leches y bebidas malteadas, y bebidas destiladas o fermentadas a partir de cereales (cerveza, whisky, agua de cebada, algunos licores, etc.).


              -Alimentos sin gluten para niños celiacos.

1. Carnes y vísceras frescas, jamón serrano, jamón cocido de calidad extra.
2. Pescados y mariscos (frescos y congelados sin rebozar).
3. Huevos.
4. Leche y derivados.


5. Cereales sin gluten (arroz y maíz). 
6. Legumbres, tubérculos, frutas, verduras, hortalizas.
7. Grasa comestible, azúcar, miel, aceites, mantequillas.
8. Café, infusiones, refrescos, toda clase de vinos y bebidas espumosas. 
9. Frutos secos, sal, vinagre de vino, especias en rama.

-Algunos de los primeros platos sin gluten son: La sopa de soja verde, Sopa de pescado, La crema de calabacín, Tosta de pan con verduras, Ensalada de pollo y queso, Ensalada de arroz con atún…


-Algunos de los segundos platos para celíacos son: Empanadillas de atún, Croquetas de jamón, Albóndigas en salsa, Pollo al ajillo, Sushi de atún, Buñuelos de bacalao…


-Algunos de los postres sin gluten son: Tarta de manzana, Bizcocho de limón, Churros, Torrijas, Roscón de trufa, Roscón de Reyes…

                   

                         -La dieta sin gluten para los niños.


Cambiar a una dieta sin gluten requiere un periodo de adaptación. Los niños deben asumir ese compromiso durante toda su vida para gozar de buena salud.


1. Al adquirir productos elaborados, se debe comprobar siempre sus ingredientes. Como norma general, se debe eliminar de la dieta todos los productos a granel, los elaborados artesanalmente, y los que no estén etiquetados o no lleven el listado de sus ingredientes. La manipulación de los alimentos se convertirá en un hábito.

2. En los restaurantes, se debe tener precaución con lo que se consume. En los comedores escolares ya existen menús especialmente preparados para los niños con enfermedad celíaca.

3. En casa, es recomendable eliminar las harinas de trigo y el pan rallado normal y sustituirlos por ingredientes sin gluten para rebozar o preparar salsas espesas. Ante la duda, evita consumir los productos sospechosos de contener gluten.